domingo, 15 de enero de 2017

Poema 13

La muerte. ¿Qué es la muerte? Señor, Naturaleza, Humanidad
¿Qué son la causa y el efecto? Y la muerte de una abeja, ¿qué es?
Veo la luna y la tierra que me rodea. Me impresiono. Me admiro
¡Cuán fuerte soy! ¡Cuán dichoso me siento en este momento! 
La vida no se asemeja a la muerte. Sin embargo, ambas se elevan
Como dos montes nevados, con sus misterios, entre el horror 
De las bocas abiertas en los campos de batalla y la desesperación
De los padres que luchan en la ciudad por un pan para sus hijos
¿Qué es la muerte? El más sublime pensamiento no me lo dice
Todo. Huyo de quienes desvirtúan la realidad ¿Y qué es la realidad?
Una muerte más. Un remedio bien aplicado. Un pasadizo secreto
A la otra vida. Una dosis de aire purificado en las alturas de La Paz
Una carta escrita con tinta china y un adiós sin respuesta inmediata
¿Qué es la muerte? ¿Qué son el universo, el equilibrio, la campana
La piedad, la puesta del sol, una invitación más a seguir el camino?
¡Cuán fuerte soy al respirar, al arrojarme al vacío, al apartarme
De la luz y no caer en el juego de la oscuridad! ¡Cuán fuerte soy
En la búsqueda de sabiduría y al mostrarme como si nada
Ni nadie pudiera marcarme la cara! ¿Qué es la muerte?, ¿qué es?
Señor, Naturaleza, Humanidad con una sonrisa en los labios 
Me dejo llevar por la intensidad de mis palabras, expulso el dolor
Y ni el más añejo recuerdo, latente por casualidad en mi corazón

Intenta esparcir su miseria en mis ojos y escribo como un iluminado

-----------------------------------------------------------
Publicado en Los trece poemas religiosos, septiembre de 2010 
Foto:RR 



martes, 10 de enero de 2017

La desfiguración

                     a Gustavo Adolfo Comte


Abandonado al capricho de las nubes que se contentan con desfigurarse
Miré de pronto a la lombriz tantas veces despreciada
De ella traigo la bendición perfecta
Superior a la voz del coronado
Comparable sólo al destello de Dante en el infierno
Soy el primero en amarrarse a la oreja del Ja Ron de madera (quiero creer que así es)
No soy en otras cosas el número uno
De rodillas
No soy el otro cansado
O antes
El sueño de las hembras encinta
La facultad de mover los feriados
El antídoto pasado por las armas
Lo que salta debajo del puente
Aguja que traspasa la red
El ojo inspirado en lo horrible
Lo horrible sobre un mojón  
La anécdota de mis oídos
Amanecer en la plaza
La ladera este
El efecto secundario del alcohol
La vida de una virgen de madera
Nosotros
Tantas veces conjurados contra la inteligencia
¡Nosotros!
De labios en reversa
Por la ciudad y el campo
Abandonados al capricho de las nubes

Publicado en Efusiones, diciembre de 2007, La Paz, Bolivia 
Foto: Selwin Paniagua 


 Con Gustavo Comte (1951-2015)






domingo, 8 de enero de 2017

Amor

Sin dios y sin padre el alfarero
Que no sabe moldear el barro
Siente que todo es posible
Y lo que no está a su alcance
Carece de toda importancia

El amor juega en el parque  
Mece las ramas
Deshoja los pétalos de los días
Y hace de cada abrazo
Una vida: una mortandad de alegría

Por qué los fantasmas se esconden
Detrás de cada pared en el techos del jornal
En la baranda de la inseguridad laboral
Gritan hacia mi identidad escondida
La pregunta que no sé responder

¿Quién eres?... ¿Quién soy?
¿Por qué la duda aparece?

¡Oh! Si el amor juega en el parque…
¡Debo encontrar en qué parque
En qué calle insubordinada
Hallaré el disparo certero
El golpe preciso
Que me dará al fin la muerte!

¿Quién eres? ¿Quién soy?
¿Por qué la duda persiste?
Por favor amor mi amor
No me abras el corazón

Sin dios y sin padre
Con la patria perdida
El insulso arte
La monótona vida
¡Nada revolucionaria!
¡Amor mi amor
No me abras el corazón!

Quisiera con mi tosca palabra
Cambiar el curso del agua
Quisiera con mi triste mirada
Dar alimento al hambriento
Quisiera así nuestras vidas
Llenar de corazones floridos
Quisiera despertar a la carne
Plena de felicidad
Quisiera con azucenas de salmos
Sanar a la madre enferma
Quisiera los holocaustos
Apagar con tierra santa
Mecer los días abrazar al amor mío
Hasta hacer de su cuerpo
Una vida: una mortandad de alegría
                                                                             

--------------------------------------------------------------------  
Publicado en Complacencias, septiembre de 2002, La Paz, Bolivia 

Foto: Raphael Ramírez 
La Paz, Bolivia 


Disfraces

En disfraces de gente con vida
Como si el mundo anterior a nosotros
Hubiera sido el tiempo del neandertal

Nos miramos
Sin mirar siquiera el nombre de las calles

Nos tocamos
Y no sentimos la tierra de nuestros poros

Hablamos
Y no conocemos el origen de las palabras

¡Qué te diera yo!
Que no te diera
Porque un día me quisieras

¡Qué te diera yo!
Que no te diera
Porque una mañana en julio
Tú me acompañarás a donde los amigos

¡Qué te diera yo!
Que no te diera
Por una noche a solas
En la ciudad como tu único abrigo

¡Qué te diera yo!
Qué no te diera
Por un cabello en mi piel por una hora
Juntos mirándonos a solas
Los dos en la ciudad como tu único amigo

¡Qué te diera yo!
Que no te diera
Por encender la luz

Y encontrar el tiempo anterior a nosotros dos

  
Publicado en Complacencias, septiembre de 2002, La Paz, Bolivia

Foto: Raphael Ramírez


 China Supay 

-->

Dieciocho y cinco de un día de agosto

Aspirar no es vivir
Recordar es olvidar el latido del corazón
Dormir es guardarse del paso de los siglos
Yacer en cada pétalo una a una en cada flor
Detener el transcurso del viento
Apagar las posibilidades de circulación de la sangre y ser
Picaflor de ocultas intenciones
De trama sencilla de habla comprensible
En la posibilidad que nunca ha sido y nunca más será

Aspirar no es vivir
Dejarse caer para alcanzar el tablero de baloncesto tampoco

Detenerse detenerse
Es la única certidumbre que le queda al ejército de helechos
Antes de arrasar los cementerios ejecutar la muerte
Y dictar códigos de fuente y albergue
A la entrada de árboles encantados
(Bibliotecas frondosas de títulos en cuero y tinta negra)
Junto a la rosa de rosas peligrosas sobre la crema y la nata
Sobre unos pies yacientes
En unos labios abiertos a la plenitud de los goces humanos
En una luna confiada en estas palabras
Y sobre el empedrado que juega
A seguir los pasos de la muchedumbre dispersa

----------------------------------------------------------------  
Publicado en Complacencias, septiembre de 2002, La Paz, Bolivia 
Foto: Raphael Ramírez