¡Qué tranquilidad!
Tranquilidad de fémur roto de tiro errado de
fuego dominado
Tranquilidad indigna de himnos de guerra o de
calles bulliciosas
De venir o de ir a ti
La naturaleza tranquila resplandece
Tranquila hace escarnio de cuanto resplandece
La cuadra de gente bubónica
De gente que duerme en posición fetal
—Aquí es donde ¡aquí es cuando!
—¡Calla falas pregonero
Calla y mastica rabia muerde el polvo espanta
espíritus
Convéncenos de vivir y no de morir en el caos
de los medios días!
—¿Se nace solo una vez o se despierta cada
mañana con una cara distinta?
—A saber Sancho Panza a saber
¡Oh! tranquilidad devora en silencio
Digiere sentada en el centro de la eternidad
donde el río no fluye
¡Oh! tranquilidad engrandece las visiones seca
la mente
Confunde el espacio el color y la forma:
Donde el río fluye
Pasas ¡oh! tranquilidad
En minifalda
Hasta la mitad del muslo
Desde la cadera a los hombros
Suéter holgado senos liberados
Manos de largos cabellos
Uñas rosadas muñecas sin esposar
Fémur entero fuego certero
¡Qué tranquilidad!
Tranquilidad de niño alimentado
De tarde asoleada de té enfriado de trabajo
terminado
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Publicado
en Complacencias,
septiembre de 2002, La Paz, Bolivia
Foto:
Raphael Ramírez
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