Es
innecesario hablar en este momento de la función terapéutica de la poesía y de
los milagros derramados por ésta en tiempos de miseria. Hoy por hoy elijo
sorprenderme en una vena de sangre coagulada y rompo la tregua para escuchar
cómo mis palabras dan cuenta de mi existencia.
La Palabra… doy gracias por
ella: por la palabra impresa en los periódicos, por la que está escrita en los
baños públicos, por la que va a pie de página, por la que se lleva el viento,
por la que me hace confiar en ti, por la que me perdona, por la de Colosenses
4:6, por la del túnel de la Pérez Velasco, por la que va con zeta en vez de
ese, sin tilde, en cursiva, en borrador y por la que manifestó Simón Bolívar en
la carta de Jamaica y la que inspiró en inglés a Jack Kerouac, por la que no
quiso ocultar Benjo Cruz ni pudo callar Víctor Jara, por la del texto escolar,
por la del Corán y el Talmud, por la que trajo Bernal Díaz del Castillo y llevó
el Inca Garcilaso de la Vega, por la que conservamos los mestizos y guardan las
piedras mayas, por la que me dijo mi abuelita Petronila y se dijeron los
soldados confederados noche antes de Yungay, por la que canta el Grillo
Villegas y la que escucharon los lanceros tapietes y los Colorados de Daniel
Campos, por la que olvidaron los federalistas de José Manuel Pando, los
golpistas de 1971, los asesinos de Luis Espinal, los liberales, neos, ultras,
fascistas y ortodoxos…
Gracias por el amor y el
mordisco, por la Manzana de Adán y el Monte de Venus.
Gracias por la ventisca
que me mantuvo a tu lado y por tus palabras de aquel domingo en la feria de la
Huyustus.
Gracias por el bien común, por la Palabra quiero decir, por enunciarla,
por no debilitarla, por perpetuarla, por haberla protegido del frío en la
última glaciación y por salir con ella a la calle, pese a los aires de censura.
Publicado en Los días de la semana y nuestro pan de cada día, diciembre de 2009, La Paz, Bolivia
Foto: Anónimo
De la presentación de Los días de la semana y nuestro pan de cada día, en la Federación de la Prensa de La Paz, diciembre de 2009 (Carlos Jáuregui, Rubén Lavayén, Rocío Gutiérrez, David Peralta) |
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